La segunda fase se realiza en línea recta. (Ida y vuelta según se disponga el terreno). Se recomienda que sean 100 metros, ya que el caballo alcanza una velocidad entre los 6 y 8
km/hora y en un minuto recorre los 100 metros.
Toda la sesión será en círculo y se utilizarán los ayudantes que sean necesarios según el estado físico del niño.
Segunda Fase
1. Manos atrás, el niño torcerá el tronco de izquierda a derecha, completamente erguido, con duración de 1 minuto.
2. En esa misma posición, el niño flexionará lateralmente el tronco de izquierda a derecha sin perder el equilibrio, que es lo que se busca en el ejercicio, con duración de 1 minuto
3. Con ayuda del instructor-terapeuta, sujetará la pierna izquierda del niño al costado del caballo y lo obligará a subir de manera rítmica en cada tranco del caballo, dejándolo caer suavemente, sin que pierda el niño la verticalidad.
Por espacio de 3 minutos. Cambiando de lugar (lado derecho del caballo), hará lo mismo con la pierna contraria, en este ejercicio las manos del niño estarán sujetas a las grapas.
Hasta este momento llevamos 8 minutos de trabajo, aprovechando para mojar los labios del pequeño con agua dulce, de preferencia agua de limón. Al caballo se le deben dar palmaditas en el cuello y se le habla acariciando sus orejas
4. Pasar al niño delante de las grapas (de ser necesario estas se retiran) y con ayuda del instructor-terapista se recuesta al niño al cuello del caballo, pegándole la cara al costado de las crines, si hay sudor del caballo dejarlo que lo empape, el niño abrazará el cuello del caballo.
Recuerde que el caballo balancea su cabeza y por ello el cuidado será extremo. El tiempo del ejercicio dependerá tanto de las cualidades del niño como de la aportación del caballo. El tiempo no será mayor a 5 minutos.
5. El niño volverá a la posición normal tomado de las grapas y tendrá un descanso de 1 minuto. Aquí el instructor-terapista platicará con el niño tratando de que el niño le hable de esta experiencia a manera de un juego que acaba de aprender. Si el niño es autista o con otro tipo de manifestación de retraso mental, el terapeuta está obligado a manifestarlo con expresión corporal, hablando con voz suave. Si el equipamiento es bueno en las instalaciones, tendrá que haber sonido local, para escuchar música suave. De nueva cuenta se le debe mojar los labios al niño con agua azucarada.
6. Se aprovecha ese instante para cambiar de posición al niño, que ahora estará de espaldas a la dirección del caballo. Se busca que el niño entienda lo que es atrás y adelante, por lo cual se repetirá el ejerció de rotación de la cabeza alternadamente por 2 minutos. Se trata de que el niño apoye sus brazos cercano a las ancas con auxilio del instructor.
7. Con auxilio del terapeuta, se inclinará el cuerpo del niño y la cabeza a la grupa, dejando que el sudor empape su cara, el terapista lo ayudará con una mano, ya que con la otra dará un ligero masaje a la espalda del niño, empujando sus vértebras al lomo del caballo, por espacio de 5 minutos. De ser necesario se retira la cincha de grapas apoyado con más terapistas para su ejecución
8. En esta misma posición, dejará que el niño abrace libremente las ancas del caballo dejándolo que lo acaricie, por espacio de 2 a 3 minutos.
9. Finalmente, al bajar al niño del caballo le diremos que dé las gracias al caballo, porque lo está curando, auxiliándolo a que le acaricie el mentón, la crin, la espalda, el cuello y las ancas. Se tomará la pulsación arterial y como premio le daremos un dulce al niño abrazándolo fuertemente.
10. Si es el único niño en terapia, se procederá a bañar al equino, el niño tomará la manguera de agua y lo rociará, si son más niños se sigue este proceso lúdico y se utilizarán cánticos, risas y abrazos, procesando la interacción corporal de grupo.