Rehabilitación con Equinoterapia

La equinoterapia se basa en los estímulos generados por el movimiento del caballo, que se transmiten mediante su lomo para ser captados en el cinturón pélvico y luego ser canalizados por la columna vertebral del paciente hasta alcanzar impactar el cerebro en tres fases:

1) El calor corporal del caballo de 37.5 y 37.8 grados centígrados– que transmite al niño desde su coxis, entrando al cinturón pélvico y piernas, provoca una distensión muscular en la parte media de su cuerpo.

2) El impulso rítmico se encuentra entre 90 y 110 pulsaciones por minuto, lo que permite una relajación muscular y una estabilización del tronco y la cabeza con un pulso aproximado de 36-42 latidos por minuto.

3) El patrón de locomoción del caballo es equivalente al patrón de la marcha humana, cuyo andar es de 120 pasos por minuto. De esta forma se cumple un ciclo con una serie de oscilaciones avances, retroceso, desplazamiento) que posibilitan una regulación del tono muscular y la disminución de reflejos tónicos, que desarrollan el equilibrio y la coordinación psicomotriz. Con ciertos tipos de ejercicios, se puede conseguir efectos positivos en el sistema sensorial ya que el caballo es el único animal que produce este estímulo neurológico, superando al “ronroneo” y lamer del gato y al calor afectivo del perro, que también son utilizados en terapia para personas adultas con problemas psicológicos

Esto demuestra que la gimnasia ecuestre de rehabilitación se aplica con bases científicas y con los programas más avanzados en la materia de preparación física.



Otros beneficios que se han detectado en el caballo son la restauración de la movilidad perdida, el fortalecimiento de los músculos, la mejoría de la coordinación y el equilibrio, el reforzamiento de la autoestima, la confianza en uno mismo, la cooperación y la responsabilidad.

Además, ayuda a la resolución de problemas de tipo emocional, pues se fortalece la capacidad de comunicación, la atención y la concentración mental permitiendo así un mejor desarrollo. La terapia es la que se encarga de la prevención y el manejo de desórdenes que implican alteraciones en el movimiento.