En el trabajo con niños se debe implementar una serie de ejercicios de gimnasio o pie a tierra en colchoneta, que consisten en la preparación física general aplicada con diferentes
discapacidades, que son los que actuarán en la mejora psicomotriz, sirviéndonos de base para que durante las sesiones en el trabajo directamente con el caballo sean más efectivas y
fluyan más en su desenvolvimiento terapéutico. El caballo no puede hacer todo, las ayudas externas como las que se realizan en el gimnasio y en casa harán entre 35% y 40% que requiere
una terapia de gimnasia ecuestre efectiva. Por tal motivo, hay que concientizar a los padres de estos niños a seguir estas normas y darles un programa de ejercicios que llevarán a cabo
en casa, cada tercer día y por espacio de 30 minutos. Aparte de los ejercicios que le son recomendados por su terapeuta en la institución de salud a la que está adscrito.
El calor corporal del caballo de 37.5 y 37.8 grados centígrados que transmite al niño desde su coxis, entrando al cinturón pélvico y piernas, provoca una distensión
muscular en la parte media de su cuerpo.
Es el aire más lento con que inicia su marcha nuestro gran y querido amigo de trabajo, el caballo, al poner en funcionamiento su terapia en cuatro tiempos.
El caballo en este aire avanza en bípedo lateral (es decir, avanza el pie derecho y después la mano derecha, seguido por el pie izquierdo antes de la mano izquierda).
Es un aire tipo marcha, pues siempre hay 2 o 3 pies apoyado en el suelo dependiendo del momento, y simétrico, porque el movimiento del bípedo diagonal izquierdo se
repite de manera idéntica en el bípedo contrario.
Se calcula que su velocidad media es de 6 a 7 km/h en un caballo de estatura media.